Madrid, 18 de febrero 2016 – El tráfico de pasajeros den los aeropuertos españoles cerró 2015 con una remontada del 5,9% respecto al año anterior. Más de 207 millones de usuarios se desplazaron en avión y pisaron las instalaciones de AENA. Teniendo en cuenta estas cifras registradas en nuestro país, y para evitar sorpresas en los desplazamientos en avión, reclamador ha realizado una lista en nombre de sus viajeros con las aerolíneas que peor han atendido las reclamaciones aéreas durante el pasado año. La clasificación, de carácter anual, desvela las pautas que siguen las compañías aéreas en España en la gestión de las incidencias. En esta tercera edición, es Vueling la que ocupa el primer puesto tras las numerosas incidencias registradas en la plataforma de reclamaciones.
Después de ser la aerolínea que ha protagonizado más de la mitad de las incidencias del verano de las que tiene constancia reclamador, la low cost es también la que más complica la resolución de las reclamaciones. No responde a las solicitudes amistosas y solo atiende a razones cuando se la lleva al juzgado, apurando hasta la noche anterior al juicio los acuerdos con los pasajeros afectados.
En paralelo, Vueling inicia campañas mediáticas de disculpas a los afectados ofreciendo bonos compensatorios de diversas cantidades (entre 20 y 50€, o no especificadas directamente) cuando en muchos de los casos, de acuerdo al Reglamento europeo 261, las compensaciones económicas oscilan entre 250€ y 400€.
Wamos Air ha adoptado la actitud de no responder a los pasajeros a no ser que éstos planteen una demanda. Hasta ese momento, no hay ningún tipo de respuesta ni solución a las reclamaciones que se les remiten. Una vez iniciada la fase judicial, optan por allanarse en sala o facilitar un acuerdo a pocos días del juicio. Lo que consiguen con esta actitud es dilatar los procedimientos y evitarse las condenas en costas.
La aerolínea perteneciente al grupo Globalia emplea todo tipo de recursos para evitar el pago de indemnizaciones a los pasajeros afectados. Por citar los más llamativos: la compañía niega que éstos hayan embarcado aun cuando tienen correspondencia con los clientes, o bien obliga a acudir a pleitos a los pasajeros que han rechazado ser compensados con otro billete para volver a volar con la compañía
La aerolínea de bandera española pone todo tipo de trabas para hacer frente a sus reclamaciones. No acepta otorgamientos de representación digitales (cuando ella si vende billetes así), y no expide siquiera certificados de retraso cuando está obligada a hacerlo por ley.
La aerolínea estatal argentina tiene un fuerte apego a su nacionalidad. Tanto es así, que para facilitar a los clientes el cobro de sus indemnizaciones les pide acudir a su oficina… (¡de Buenos Aires!). También pone otros requisitos alternativos como un poder notarial para poder cobrar o similar. En resumen, una auténtica carrera de obstáculos para el pasajero.
Por último, Pablo Rabanal, CEO de reclamador, explica que “las aerolíneas crecen en ventas y pasajeros pero también en volumen de incidencias, que nunca están dispuestas a solucionar de manera amistosa. Por eso, denunciamos en este ranking de carácter anual las actitudes más comunes que adoptan las compañías aéreas para esquivar las reclamaciones de sus propios pasajeros”.