Madrid, 10 de septiembre de 2013 – El avión es uno de los medios de transporte más utilizado por los españoles para desplazarse. Según el último informe del Instituto de Estudios Turísticos, casi 16 millones de los viajes realizados por los españoles fueron en avión, lo que supone un 10% del total de los desplazamientos de 2012. Como consecuencia del tráfico en los aeropuertos, surgen problemas como retrasos en los vuelos, cancelaciones, pérdida de equipaje u overbooking, que afectan a los usuarios. Sin embargo, sólo una pequeña parte de ellos reclama sus derechos, pues la mayoría de los pasajeros, un 95%, desconoce la legislación que les protege.
reclamador, empresa que defiende los derechos de los pasajeros de avión, manifiesta que el desconocimiento de las leyes y el temor a verse inmersos en un procedimiento burocrático largo y tedioso provoca que la mayoría no efectúe reclamaciones.
En España hay un millón y medio de pasajeros al año afectados por incidencias (retrasos, cancelaciones y overbooking), y unos 2,5 millones de maletas con problemas (daños, demoras o pérdidas), y menos del 5% de los españoles conoce la ley que defiende sus derechos. Además, según un informe reciente de la Comisión Europea realizado en el norte de Europa, las compañías aéreas indemnizan sólo al 2-4% de los afectados, en el 20% de los casos ni responden a las reclamaciones y en el 50% incumplen el derecho de asistencia (comida y alojamiento).
Ante ello, reclamador pone de ejemplo varias situaciones para ilustrar algunos de los derechos que asisten a los pasajeros frente a las aerolíneas: si la maleta se retrasa unos días, aunque llegue finalmente, el usuario puede reclamar; o si se cancela un vuelo, aunque la compañía se encargue de los gastos del hotel, manutención y demás, el pasajero tiene derecho a una compensación adicional de entre 250 y 600 euros, según la distancia del trayecto.
Según informa la empresa, los pasajeros que reclaman sin la mano de abogados obtienen escasos resultados, pues muchos de ellos sólo se centran en acudir a AENA, cuando no es la vía correcta para reclamar, ya que sus resoluciones no son vinculantes. Además, las compañías aéreas amparadas en el desconocimiento de la ley, tienen como estrategia agotar al pasajero en su reclamación, negándole todos sus derechos desde el primer momento y así consiguen que sólo unos pocos continúen con los trámites judiciales.
Por ello, reclamador ofrece a los pasajeros un servicio puntero en este sector. Su labor, además de gestionar casos, es dar a conocer la ley que les ampara. Su equipo de abogados representa a los usuarios siguiendo un modelo de trabajo No Win, No Fee: si no obtienen resultados, no cobran nada.
"Nuestro valor añadido es muy claro, pues ganamos el 98% de los casos mientras que los viajeros que lo intentan por su cuentan, lo logran en menos del 1% de los casos. Ahorro de tiempo y desgaste es una de las ventajas que obtienen, además de obtener resultados económicos", señala Pablo Rabanal, CEO de reclamador.