Madrid, 25 de junio de 2015 – Los usuarios que quieran reclamar el dinero invertido en Acciones Bankia entran en la recta final del proceso. El plazo para reclamar por la salida a Bolsa de la entidad finaliza el próximo 20 de julio, ya que el periodo para presentar una demanda y recuperar la inversión termina a los cuatro años desde la salida a Bolsa de la entidad. Por ello, reclamador explica que las posibilidades de ganar son muy elevadas, ya que, entre otras cosas, hay un informe del Banco de España que respalda que la entidad financiera maquilló sus cuentas.
Según las estimaciones de la plataforma de reclamaciones de referencia en España, “hay más de un millón de afectados por este producto en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta que se emitieron 824.772.253 acciones”.
Todos ellos pueden recuperar el 100% de la inversión, porque además de la acelerada pérdida de valor de cotización de las acciones, se produjo un falseamiento de los datos, que dieron una impresión de liquidez inexacta.
Bankia salió a Bolsa en 2011 con un valor de 3.75€ por acción en 2011. La entidad dio a los inversores un margen de solvencia que el BdE ha declarado que no era fiel a la realidad. Con la caída constante del valor de la acción de Bankia, todos los accionistas han visto cómo perdían gran parte de su inversión en un corto espacio de tiempo.
Es muy importante que los afectados por la comercialización no transparente de las acciones de Bankia conozcan las razones por las que pueden demandar al banco. Ya existen varias sentencias que han condenado a Bankia a devolver las cantidades invertidas por los usuarios, al declarar nulo el contrato de suscripción de acciones.
Al respecto, Miguel Rincón, responsable del departamento de reclamaciones bancarias de reclamador, afirma que “los afectados por la salida a Bolsa de Bankia invirtieron sobre la base de una información falsa. Bankia se publicitó como una entidad de reputada solvencia financiera, cuando posteriormente se demostró que era un gigante con los pies de barro. Es completamente imposible pensar que pequeños ahorradores decidieran de repente invertir en un producto como acciones si no es sobre la creencia de que es una entidad estable y sin riesgo aparente. Esto es debido a la actitud de los directivos de la entidad, los cuales tomaron la decisión de ofrecer este producto sin tener en cuenta el perfil de sus clientes”.
Por último, Rincón añade que “como consecuencia de esta salida a Bolsa, todos los accionistas perdieron el 99,64% del valor de su inversión, sufriendo ellos las consecuencias de lo que sin duda fue una gestión imprudente. Desde reclamador los animamos a reclamar antes de que finalice el periodo legal para hacerlo. Con nosotros es más fácil porque el usuario no tiene que adelantar dinero para iniciar los trámites y sólo cobramos por nuestro trabajo en caso de éxito”.