Las tarjetas de crédito pueden ser como cajas negras financieras, pero aquí te presentamos cinco trucos infalibles para descubrir si la tuya es de tipo revolving. Desde revisar tu estado de cuenta hasta analizar la tasa de interés, estos consejos te ayudarán a descifrar los misterios detrás de tu plástico, tomar decisiones financieras más conscientes y comenzar a proteger tus derechos si, tras leer este artículo, descubres que tienes una tarjeta revolving.
Esta modalidad de pago de las tarjetas ha ganado popularidad, pero entender sus características es esencial para tomar decisiones y evitar problemas en el futuro.
Las tarjetas revolving suelen mostrar un pago fijo cada mes, gastes lo que gastes. Si observas que este monto fluctúa mes a mes, es posible que tu tarjeta de crédito sea convencional, pero si al revisar el extracto bancario compruebas que todos los meses el banco te descuenta la misma cantidad, ¡sospecha! Puedes tener una tarjeta de crédito revolving.
A veces, la clave está en la letra pequeña. Examina tu contrato de tarjeta de crédito en busca de la palabra "revolving" o “crédito revolvente”. Esto te dará una pista definitiva.
Las tarjetas revolving tienen tasas de interés más altas que las tarjetas de crédito convencionales. Habitualmente, en reclamador.es, estamos encontrando numerosas reclamaciones de tarjetas revolving con una TAE superior al 19,9%.
Las tarjetas revolving permiten realizar pagos mínimos bajos, lo que puede ser tentador pero lleva consigo ciertos riesgos, como que todo el gasto que supere esa cantidad se acumula como deuda para el siguiente mes, añadiendo a esta cantidad los intereses y comisiones con los que suelen contar los créditos revolving. Comprender cómo afecta esto a tu deuda total es crucial.
Antes ya hemos mencionado los términos que puedes encontrar en el contrato como uno de los trucos para averiguar si tienes una tarjeta revolving, pero ¿y antes? ¿Con qué mensajes te vendieron ese crédito? Si al ofrecerte la tarjeta de crédito te hablaron de términos como “pago fijo final de mes” , “pago en cómodos plazos” o “crédito revolvente”, es otro indicio más que te debe hacer pensar que tienes una revolving.
Además de los términos anteriores, es posible que te ofrecieran esa tarjeta en grandes superficies o a través de grandes y reconocidas marcas, con descuentos en compras, por ejemplo: “tarjeta de crédito con cuota fija cada mes con la que te ahorras un 5% en cada repostaje en gasolineras BP”. Porque sí, muchas marcas comercializan sus tarjetas con importantes descuentos como gancho para que se contraten, sin mencionar que ese descuento es mucho menor que los intereses que se pagan mes a mes por usar estas tarjetas revolving.
Si leyendo este artículo te has dado cuenta de que puedes tener uno de estos créditos, ¡no te preocupes! Si pones tu caso en manos de nuestros abogados expertos en reclamaciones bancarias, estarás protegido y verás resarcidos tus derechos sin moverte de casa.
Te ayudamos a poner fin a tu deuda revolving, estudiamos tu caso y reclamamos por ti a tu banco para que puedas recuperar lo que te pertenece. Porque sí, ¡las tarjetas revolving se pueden reclamar!
No te quedes de brazos cruzados, comienza ya nuestro formulario para que te confirmemos que tienes uno de estos créditos y podamos comenzar lo antes posible a proteger tus derechos como afectado o afectada por tarjetas de crédito con intereses abusivos.
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