¿Has sentido alguna vez ese cosquilleo en el estómago al pensar en volar en avión? No estás solo. A pesar de ser uno de los medios de transporte más seguros y eficientes del mundo, existen numerosos mitos y malentendidos en torno a los viajes en avión que pueden causar ansiedad o temor. En este artículo, desmitificamos algunas de esas “leyendas” más comunes y te ayudaremos a comprender las realidades detrás de esos mitos de aviones.
Realidad: Viajar en avión es uno de los métodos de transporte más seguros. La industria de la aviación está altamente regulada y sometida a estrictos estándares de seguridad. Los aviones son mantenidos y monitoreados de manera constante, y los pilotos reciben una capacitación exhaustiva. Las probabilidades de verse involucrado en un accidente aéreo son extremadamente bajas.
Realidad: La calidad del aire en los aviones es rigurosamente controlada y filtrada. La mayoría de los aviones modernos cuentan con sistemas de filtración de alta eficiencia que eliminan virus, bacterias y partículas dañinas. El riesgo de contraer enfermedades a bordo es muy bajo.
Realidad: Los aviones están diseñados para mantenerse en el aire de forma segura. Las turbulencias son eventos naturales y comunes durante los vuelos, pero rara vez son peligrosas. Los aviones están diseñados para soportar turbulencias moderadas e incluso severas. Los pilotos están entrenados para sortearlas y mantener un vuelo estable. Las caídas bruscas son extremadamente raras y, en la mayoría de los casos, son el resultado de condiciones climáticas extremas.
Realidad: Pese a que, como decíamos, para despegar los aviones pasan estrictos controles y las aeronaves deben mantener un correcto mantenimiento, cuando se produce un importante retraso en un vuelo como consecuencia de una avería del aeroplano, la normativa no considera estos hechos causas de fuerza mayor o circunstancia ajena a la aerolínea. La compañía aérea no puede ampararse en un problema del avión para, en caso de entrar dentro de los requisitos recogidos por la legislación vigente, negar la indemnización cancelación de vuelo o retraso que corresponde a su cliente. Es decir, cuando un vuelo es cancelado o se retrasa más de 3 horas por problemas técnicos del avión, al pasajero le corresponde compensación económica, diga lo que diga la aerolínea.
Realidad: Los aviones modernos utilizan sistemas de navegación por satélite y no dependen de brújulas magnéticas, aunque es importante seguir las instrucciones de la tripulación y activar el modo avión durante el despegue y el aterrizaje por razones de seguridad, ya que producen interferencias en los sistemas de telecomunicaciones, generando ruidos intensos. Pese a esto, el uso de dispositivos electrónicos en sí no afecta a la navegación de la aeronave.
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