El turismo sanitario en Turquía está de moda. Junto a su indudable atractivo histórico y cultural, se suma desde hace unos años la proliferación de clínicas dedicadas al injerto capilar en Turquía. Los grandes touroperadores ofrecen paquetes en los que además de vuelo, hotel y visitas a lugares emblemáticos se añaden ahora tratamientos médicos como el trasplante de pelo. El ahorro en el precio del tratamiento es el principal motivo que mueve a numerosos españoles cada año hasta Turquía para realizarse esta intervención quirúrgica, pero desconocen la inseguridad que les puede generar si a su vuelta en España aparecen complicaciones médicas.
Independientemente del país escogido para realizarse este tratamiento, existen unos riesgos comunes a dicha intervención. Entre esos problemas del injerto capilar destacan destacan las cicatrices muy visibles, sangrado, picores, inflamaciones del cuero cabelludo, edemas leves y moderados, además de la disminución de la sensibilidad del cuero cabelludo y la formación de quistes. Por norma general, estos problemas se solucionan pocos días después, pero no siempre es así. Y no solo esto, muchos pacientes olvidan que se trata de una intervención quirúrgica y, por tanto, lleva aparejados unos determinados riesgos, como podrían ser las infecciones, o las reacciones adversas a los medicamentos o a la anestesia local.
Por si fuera poco, en este tipo de tratamiento es frecuente encontrarse con pacientes en los que el resultado final del injerto capilar es poco natural o que no se han trasplantando el número de folículos suficientes. Por todo lo anterior, en reclamador.es vamos a explicarte los principales inconvenientes a los que pueden enfrentarse aquellos pacientes que deciden realizarse el injerto capilar en Turquía y la viabilidad de una reclamación por negligencia médica en Turquía.
Para ahorrar tiempo y que la estancia en Turquía no se alargue, lo que supondría un aumento en el precio final del viaje, la primera consulta de análisis de cada caso de alopecia se traduce en una fotografía del paciente que se envía a la clínica seleccionada para realizarse el tratamiento. Sin analizar el tipo de cabello o alopecia que sufre el paciente. Lo que puede dar lugar a futuras complicaciones o resultados insatisfactorios.
El tiempo también juega en contra una vez realizado el trasplante. Dos o tres días después de la larga intervención, el paciente vuelve a España. Esto supone que el médico que le ha intervenido no realiza un seguimiento del injerto. De producirse cualquier tipo de complicación, si la clínica turca no tiene acuerdo con una clínica en España, el paciente tendrá que desembolsar más dinero para acudir a la consulta de un dermatólogo e iniciar un nuevo proceso de curas.
Si el injerto capilar se realiza en un centro médico autorizado español, clínica y paciente firman un contrato en el que el paciente adquiere unos derechos si, por ejemplo, no implantan el número de folículos acordados en el contrato o el resultado final del trasplante es poco natural. Y pese a que la viabilidad de estas reclamaciones es complicada, en el caso de que se trate una clínica española los perjudicados tienen derecho a reclamar una indemnización económica siempre que exista una mala praxis médica, o un claro incumplimiento contractual.
Por contra, reclamar a una clínica de Turquía por incumplimiento de contrato se torna aún más complicado que en España. ¿Por qué? Porque la reclamación debe dirigirse contra una clínica fuera de España, siguiendo la normativa legal de dicho país, porque el contrato se realiza directamente en Turquía.
Como explicábamos, además del incumplimiento de contrato, el paciente puede enfrentarse a complicaciones médicas derivadas de la operación por trasplante capilar. Infecciones, cicatrices muy visibles que no desaparecen con el paso del tiempo, reacciones alérgicas, etcétera.
Si bien en España se podría intentar la reclamación frente a la aseguradora del centro médico responsable de la intervención, presentar esta reclamación en una clínica turca es realmente complicado, pues el procedimiento es diferente al español. Reclamar a una de estas clínicas supone un mayor esfuerzo económico y de tiempo que si el injerto hubiera sido realizado en una clínica con sede en España.
Para una mayor seguridad de los pacientes, algunos centro sanitarios privados de Turquía están optando por firmar colaboraciones con clínicas en España para que trate los problemas de sus pacientes a la vuelta.
Esto facilita, al menos, la recuperación y atención de aquellos pacientes que a su vuelta sufran secuelas de la intervención, como son las citadas infecciones, cicatrices, etcétera. Por contra, la reclamación de indemnización debería ser estudiada pormenorizadamente, pues muy probablemente, pese a contar con un socio es España, la reclamación debería dirigirse igualmente al centro médico que realizó la intervención, es decir, la clínica de Turquía, al ser allí donde se firmó el contrato.
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Artículo muy interesante .La verdad es que yo me hice una operación en Estambul , por otros compañeros míos del cuerpo que también la hicieron y todo ha ido genial. Ninguno del total del grupo tuvimos problemas. Gran trabajo y un saludo
Totalmente cierto, Songul Alci me ha operado 2 veces con un resultado desastroso e indignante y se lava las manos al ser de otro país, 0% de garantía y 0% de responsabilidad
https://youtu.be/x90FUncE8B8