Esta semana os traemos un caso real reclamación de negligencia médica. Queremos darle voz a M. M., quien fue víctima de una negligencia médica con 23 años. En el nacimiento de su tercer hijo se le practicó una ligadura de trompas. El procedimiento quirúrgico se le practicó en el Hospital Reina Sofía de Córdoba argumentando que “era lo mejor para ella”, pero sin que la paciente estuviera de acuerdo ni suficientemente informada sobre la intervención.
Ahora, M., recién casada, cuenta su historia para que no se vuelva a repetir. Quiere denunciar el trato y las irregularidades en todo lo relacionado con el nacimiento de su hijo, así como la ligadura de trompas que le realizaron, y que no ha podido superar aún pasados 12 años. Pretende evitar que profesionales en los que confiamos, como son los médicos, cometan estas negligencias, dado que en su caso, según nos relata, le ha supuesto “un daño con el que no logra vivir”. Con más fuerza y pasado este tiempo, M. ha decidido hacer público su caso.
Caso real reclamación de negligencia médica
Hola M., ¿te hicieron una práctica incorrecta durante el parto? Cuéntanos qué fue lo que ocurrió.
El 4 de agosto de 2006 di a luz a mi tercer hijo en el hospital reina Sofía de Córdoba. Hasta llegar a quirófano nunca se me había comunicado nada referente a una ligadura de trompas. Una vez allí, y con los nervios propios de un parto, el médico me indicó que “qué hacía alguien tan joven con tres niños”. En aquel momento tenía 23 años. Además, me dijo que si me quedaba nuevamente embarazada podría incluso fallecer.
¿Te hicieron firmar un documento donde dabas el consentimiento a practicar una ligadura de trompas para evitar embarazos en el futuro o no firmaste nada?
Sí. Al principio accedí, firmé el desistimiento, pero me retracté después. En ese instante me despreocupé del asunto pues solo quería que naciera mi hijo.
¿La ligadura de trompas, entonces, no estaba ni tan siquiera programada ni te la habían mencionado con antelación? Perdona que insista, pero no salgo de mi asombro.
La ligadura de trompas no estaba programada ni mucho menos, ni yo había pensado realizar dicha intervención.
Tengo que decir que la primera vez que supe de la ligadura ya me encontraba en quirófano. Tras comunicarme el médico que había muchos adelantos para poder revertirla y que si me quedaba nuevamente embarazada podría peligrar mi vida dije que sí, sin poder pensármelo ni siquiera un momento e informarme de nada. Entonces salió la enfermera y trajo un documento el cual firmé y que momentos después solicité de nuevo para negarme a ello, como puede observarse en el documento de intervención de oclusión tubaria, que el doctor ni siquiera firmó.
¿Qué fue lo siguiente?
El doctor me comunicó después de terminar la cesárea que se me había realizado la ligadura de trompas ya que era lo mejor en mi caso por mi juventud y por tener ya tres hijos. “Era lo mejor para mí”, repitió.
¿Qué te pasó por la cabeza cuando escuchaste esas palabras? ¿Qué hiciste?
En ese momento por juventud, y con tres niños, no sabía a quién recurrir y preferí no decírselo a nadie.
Cuando sucedió todo tenías 23 años. ¿Te planteaste entonces que se trataba de una negligencia e intentaste denunciar tu caso?
Sí, intenté reclamar por mi cuenta. Pero por juventud y falta de medios se me hizo imposible, por lo que acabe resignándome e intenté seguir viviendo normalmente.
Pasados los años, ¿volviste a intentar reclamar?
Sí. Tras años de intentar ser madre y de averiguar exactamente qué intervención se me había realizado, miré otras opciones, aparte de vosotros, pero me solicitaban por adelantado un dinero del que no disponía.
Además de denunciar tu caso, ¿te has puesto en manos de otros profesionales para revertir la ligadura de trompas y volver a ser madre?
Sí. Por fin conseguí encontrar un doctor para que me realizara una reconstrucción de trompa. Pero tras realizar diferentes pruebas me explicaron que en la intervención no se me había realizado una simple ligadura de trompas, sino que el doctor había optado por una fimbriectomía, siendo una de las intervenciones más agresivas y no recomendadas en pacientes tan jóvenes por que, por lo general, es irreversible.
Estos datos los tengo porque hace un año me sometí a intervención donde se me ha intentado revertir la fimbriectomía que se me realizó, no habiendo dado resultado por el momento.
Sois algo que la sociedad necesitaba para poner voz a aquellos que no la tienen por algo tan mundano como el dinero. La palabra sería “necesarios”.
¿Qué es lo que más te ha gustado de nosotros?
Lo mejor ha sido tener la oportunidad de expresar lo que ocurrió y saber que alguien me estaba escuchando. Sois algo que la sociedad necesitaba para poner voz a aquellos que no la tienen por algo tan mundano como el dinero. La palabra sería “necesarios”. Para quien la justicia sea inaccesible debido a lo costoso que es, sois un servicio rápido y eficaz. Una pena no haberlo conocido antes
¿Y lo peor?
Lo peor fue cuando se me comunicó que la negligencia estaba prescrita y que no podíamos emprender acciones legales. Tenía entendido que civilmente en algunos casos se podía extender la reclamación hasta los 15 años. Por ello me quedé un tanto triste y con esperanzas de que prosperase al final mi reclamación.
Confiaba en ganar porque sinceramente fue totalmente injusto y cruel lo que me pasó. Confié en un profesional que actuó así y ha quedado impune.
Sí, lamentablemente en tu caso el plazo para reclamar era de un año desde que tuviste conocimiento sobre la ligadura de trompas que te practicaron. Esto es así en la sanidad pública. En la sanidad privada el plazo para poder reclamar es de cinco años. Ya ha pasado más de una década de lo ocurrido, ¿cómo es tu día a día?
Trabajo como dependienta mientras me preparo para unas oposiciones. En mi tiempo libre me gusta pasear. Confío en poder ser madre nuevamente. Es por ello, por lo que me he decido a hacer público el caso para que esto no le vuelva a ocurrir a nadie.
Te deseamos mucha suerte M. y esperamos que puedas pasar página muy pronto y que prosperen tus deseos de ser madre nuevamente. Gracias por luchar por que los derechos de los pacientes se respeten.
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