Resulta imposible pensar que volver a trabajar – después de una temporada en el paro – puede sentar como un jarrazo de agua fría. Sin embargo, si hay algo que hemos comprobado en reclamador.es, es que no hay imposibles que valgan y que, a veces, la seguridad que proporciona un nuevo empleo puede desvanecerse de golpe.
No obstante, no hay que ser tan negativos: aún hay quienes luchan por sus derechos y evitan que un mal sabor de boca pueda durar más de la cuenta.
Es el caso de nuestras reclamadoras de hoy: Rita y Juana de la Loma, hermanas. Ambas consiguieron trabajo en el mismo colegio concertado ofreciendo servicios de cocina y limpieza. Sin embargo, al poco tiempo de comenzar en el centro educativo, vieron como sus derechos iban siendo vulnerados: estaban cobrando un salario base por debajo del convenio.
Actualmente, Rita y Juana han conseguido unas indemnizaciones de 2.000 y 1.100 euros respectivamente al reclamar con nosotros y ya no forman parte de la plantilla de la escuela. Rita nos cuenta la historia de ambas, ¡que la disfrutes!
¡Hola, Rita! Vuestros problemas laborales comenzaron cuando entrasteis a trabajar en un colegio. ¿Qué fue lo que os pasó?
Ambas estábamos en paro cuando conseguimos trabajo en un colegio concertado de Canillejas (Madrid). Nada más firmar el contrato, nos dimos cuenta de que no nos habían dicho la verdad. Nos sentimos engañadas. No obstante, decidimos continuar sin decir nada hasta recibir nuestro primer salario, ya que se trataba de un contrato temporal de cuatro meses y no sabíamos qué podía pasar.
Pero, ¿qué fue lo que os hizo pensar que no os estaban diciendo la verdad?
El hecho de que llevamos muchos años trabajando en el sector y, más o menos, sabemos cómo son las condiciones y los salarios. Siempre hemos trabajado a jornada completa y, del mismo modo que nos gusta saber cuáles son nuestras obligaciones, nos gusta saber también cuáles son nuestros derechos. En este caso, vimos que no se cumplían.
Y el resto de trabajadoras, ¿pasaban por la misma situación?
Sí. De hecho, una de nuestras compañeras – que trabajaba como pinche de cocina a jornada completa – cobraba tan sólo 750 euros. El resto de empleadas también se quejaban entre ellas, pero a la hora de la verdad nunca decían nada por miedo a perder su puesto de trabajo y quedarse en la calle.
Vaya… No obstante, en vuestro caso hubo un detonante, algo que os animó a reclamar. ¿Qué fue?
Una baja laboral: ésa fue la bomba que explotó para ir a por ellos. Yo, Rita, tuve que pedirla porque se me quedó un dedo encasquillado de tanto utilizar las pinzas para servir la comida a los niños en el comedor. Esta lesión acabó en quirófano, por cierto.
Cuál fue mi sorpresa cuando, una vez de baja, vi que me habían ingresado la mitad de mi sueldo, cuando por convenio me correspondía el 100%. Ahí fue cuando decidí ponerme en contacto con vosotros: por el cobro mísero de nómina. Indignante.
Nada más firmar el contrato, nos dimos cuenta de que no nos habían dicho la verdad. Nos sentimos engañadas
¡Eso es! ¿Cómo nos conocisteis?
Os conocimos por un portal de empleo, Infojobs, donde explicabais cómo funcionaban vuestros servicios. Nos pusimos en contacto con vosotros y, ¡listo! Nos sentimos muy bien con vosotros: buen trato, confianza, sencillez… En todo momento supimos que estábamos en buenas manos.
Además, el proceso de reclamar fue más corto de lo que esperábamos y muy gratificante. La verdad es que estamos muy contentas. De hecho, en alguna ocasión os hemos recomendado a nuestras compañeras por si finalmente se deciden a luchar por sus derechos.
¿Habíais tenido problemas laborales anteriormente?
Yo sí, Rita. Tuve un problema con otra empresa. Por aquel entonces no os conocía. De haber sido así, me habría puesto en vuestras manos. No obstante, también gané el caso: la verdad sólo tiene un camino.
¿Creéis que son muchas las personas que pasan por situaciones como la vuestra?
Sí, y nos parece súper injusto. Sabemos que hay muchas personas que, como nosotras, viven los abusos de los empresarios sin escrúpulos. La gente tiene miedo a perder su trabajo, se vuelve sumisa y no reclama. Hemos perdido muchos derechos como trabajadores. Es una pena, pero es así.
Gracias Rita y Juana por contarnos vuestra historia. Como bien habéis dicho: “la verdad sólo tiene un camino”. En este caso, fue fácil llegar a su final. Enhorabuena y ¡hasta la próxima!
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Fernando dice
Quería saber si estás personas han perdido su puesto de trabajo , al reclamar sus derechos laborales .
También quería saber , si se le abre algún tipo de expediente a la empresa abusadora
Equipo reclamador dice
Hola Fernando.
Dado el carácter personal y confidencial, no podemos ofrecerte más información.
Gracias por leer el blog de reclamador.es