En la piel de un empleado de ETT: así es el salto a plantilla de un trabajador temporal

Diez días después de haber comenzado el año y unos pocos menos desde la visita de los Reyes Magos de Oriente, con la ilusión y la alegría características que dejan esas fechas, comienzan a aflorar propósitos y deseos de cara al año que acaba de empezar. De la misma manera, son muchos quienes han aprovechado el cierre del 2018 para hacer balance y valorar todo aquello que ha sucedido a lo largo de los 365 días que completan el calendario.

Y es que, si hay algo que apreciar en los tiempos que corren, probablemente, sea poder disfrutar de la tranquilidad de tener un trabajo estable; de una retribución mensual con la que poder hacer frente a los gastos o cualquier tipo de derrama que llegue de manera imprevista. Que nunca se sabe.

La cuestión a plantearse, entonces, —y tal y como están las cosas— es cuál es la manera de conseguir un empleo que aporte seguridad a quienes lo tengan.

Isabel, Arantza, Macarena, Elena, Francisca, Sergio, Karen y Aurora, actualmente empleados de distintos departamentos en reclamador.es, buscaron esa paz en empresas de trabajo temporal; más conocidas como ETT, hasta llegar a formar parte de la plantilla. Y, aunque en todo momento se sintieron como uno más, han querido contarnos la importancia de vivir sin miedo. De poder hacer balance del año y respirar tranquilos. Se acabaron, para ellos, los contratos por horas y la falta de vacaciones. Esta es su historia.

Conseguir experiencia, el principal motivo de entrada en una ETT

“Al final, estar en una ETT es mejor que estar en el paro”. Así rompe el hielo Sergio Berbel. A sus 25 años, y empleado en plantilla en reclamador.es desde diciembre de 2018, no había trabajado anteriormente por medio de este tipo de empresas. Sin embargo, ante una situación de necesidad, tuvo que recurrir a ellas. “Llega un momento —dice— en el que te da igual si tu trabajo es temporal o no, porque te ves obligado a conseguir experiencia y dinero. Sobre todo experiencia, que es lo que más se exige en el mercado laboral”.

Sin duda, el motor principal que impulsa a una persona a probar suerte en una ETT es, mayoritariamente, el hecho de necesitar un empleo para obtener un sueldo y un aprendizaje, fundamental para el día de mañana. Especialmente cuando uno se encuentra parado. Elena Rivera, que pasó a plantilla el mismo día que Sergio, lo confirma: “Cuando ves que das vueltas y vueltas sin encontrar trabajo, acudes a una ETT, aunque sea para un mes o dos. La situación de paro es muy dura y aunque sepas que el contrato que te ofrecen estas empresas es temporal, no te queda otra que cogerlo”.

A estos testimonios se suman el de Arantza Tamame, quien piensa que “las ETT son sinónimo de incertidumbre, pero te aseguran una compensación económica y una meta por la que luchar, como es demostrar lo que vales y que esa u otra empresa se fijen en ti”, y el de Aurora Fernández, que está de acuerdo con su compañera, pero añade que: “por muy frustrante que pueda resultar, hay que empezar por algún lado, aunque sea a través de este tipo de empresas”.

Con todo, y a pesar de que por medio de una ETT una persona pueda obtener ingresos y verse en condición de empleada durante una temporada, no resulta tan fácil sentirse conforme. Por norma general, estos trabajadores cobran por horas, sin derecho a enfermar ni a tomarse unos días de descanso, pues las vacaciones no las cobran; sintiéndose así —y en palabras de Isabel Sánchez—“un poco inseguros”.

Sin vacaciones y sin poder enfermar

“En una ETT no te puedes poner enfermo porque tu baja no la cubre nadie y los días que estás malo no te los pagan. Tampoco tienes vacaciones. Si te coges un par de días porque necesitas descansar, a lo mejor dejas de cobrar 100 euros”, dice Aurora, que ha trabajado más de dos años por medio de ETT hasta que ha visto su oportunidad en reclamador.es y ahora se siente “tranquila”.

Sergio, que respalda a su compañera, recalca que “hay muchas diferencias entre trabajar por medio de una ETT y de formar parte de una plantilla”. Y es que, al final, “solo quieres sentirte tranquilo. No estar pendiente de las horas que haces para cobrar más o menos. Saber que tienes un sueldo fijo y que si te encuentras mal puedes quedarte en casa no tiene precio”.

El salto a plantilla: más derechos, menos miedos

Francisca Mena pasó a formar parte de la familia de reclamador.es en diciembre de 2018, después de haber comenzado a trabajar a finales de mayo de ese mismo año. Ella, que no había estado en una ETT con anterioridad, cuenta cómo fue su experiencia al pasar a plantilla. “Cuando me dijeron que me pasaban a plantilla me puse a llorar. De emoción y de tranquilidad. Sobre todo de tranquilidad.” —Afirma—. “Como estás trabajando por medio de una ETT piensas ‘si no gusto, me despiden enseguida’. No dejas de tener en ningún momento la sensación de inestabilidad. Por eso, cuando te hacen fijo, te sientes tan tranquilo. Porque aunque venga a trabajar como cada día, sabes que tienes otros derechos y no sientes que estás en tierra de nadie”, concluye.

No podían estar más de acuerdo con ella Karen Katerina y Macarena Cubillo: "Mi trabajo me sigue gustando tanto como el primer día que puse un pie en él, pero me siento más segura y con una estabilidad laboral mayor. Formo parte de una empresa directamente y no dependo de ningún intermediario", comenta Macarena.

ETT: una de las principales vías de entrada al mercado laboral

Pese a todo lo señalado hasta ahora, no hay que olvidar que, en un país con una tasa de desempleo del 15.2% (ago.2018), las empresas de trabajo temporal son una de las principales vías para acceder al mercado laboral. Al final, y como dice Arantza, “lo que quiere todo el mundo es tener estabilidad laboral. Un trabajo en el que estar a gusto, donde conozcas tus tareas y a tus compañeros”. Y eso, en muchos casos, no sería posible sin la relación de la propia empresa con una ETT. Pues, sin ellas, es probable que reclamador.es no hubiera conocido a los protagonistas de esta historia.

Elena Rivera, destaca su visión —más positiva— sobre las ETT: “Yo no he tenido una experiencia tan mala con las ETT, pero porque he tenido mucha suerte”. Y continúa: “Cuando nosotros entramos en reclamador.es, nadie nos hizo una diferencia por ser de ETT. Todos éramos iguales. El trato que nos han dado siempre ha sido bueno. Nada ha cambiado y yo me siento igual, me valoran igual. Solo que ahora tengo más derechos”.

Misión, visión y valores: así es la familia de reclamador.es

Misión, visión y valores. Estas tres palabras siempre han estado muy presentes en el día a día de reclamador.es. Y no solo a la hora de sacar el trabajo diario adelante, si no en la manera en la que Recursos Humanos gestiona a todas las personas que hacen posible que la compañía online de reclamaciones tenga vida y se mantenga con ella.

Isabel, Arantza, Macarena, Elena, Francisca, Sergio, Karen y Aurora, sin excepción, ponen en valor el trabajo emocional y humano que realiza el Departamento de RRHH. “En reclamador nos han tratado siempre súper bien. Me he sentido siempre muy acogida y lo agradezco de corazón.”—Dice Isabel— “Me gusta que no se busque un perfil joven para exprimir y explotar. Aquí hay oportunidades para gente de todas las edades.”

Francisca, por su parte, añade que “Recursos Humanos, en reclamador.es, respeta a todos y cada uno de los empleados. Hacen que te sientas seguro aunque estés contratado por medio de una ETT; y esa es la mejor manera de tenernos contentos".

Sergio, que quiere destacar las facilidades y ayudas que obtuvo siempre por parte de RRHH, se suma a lo que Elena comenta de este mismo Departamento: “Aquí en RRHH se saben el nombre de todos los empleados, te preguntan cómo estás, te saludan… Eso en otras empresas es impensable. Por eso estamos tan cómodos trabajando en reclamador.es”.

¡Enhorabuena compañeros!

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