En la situación económica actual en la que nos encontramos en la que los despidos están al orden del día, tenemos que estar atentos sobre cuáles son nuestros derechos en materia laboral. En este sentido, nada mejor que comenzar por conocer los tipos de despedido que existen. Así, en este post vamos a comenzar explicando qué es el despido nulo, qué fases hay que realizar para conseguir que un despido sea considerado nulo y qué consecuencias tiene. ¡Comenzamos!
Hay que tener en cuenta que el despido nulo es uno de los tipos de despido más extendidos en nuestro país. Para que un despido sea definitivamente declarado nulo, debe intervenir una sentencia judicial que así lo atestigüe tras la exposición de cada parte: empresa y trabajador.
Fases hasta llegar a un despido nulo
Hasta llegar a conseguir que nuestro despido sea considerado nulo hay que realizar una serie de fases. Son las siguientes:
- Carta de la empresa: La compañía debe hacer saber al empleado su intención de despedirle a través de una comunicación que incluya la fecha en la que se facilita y, si no se trata de un despido automático, la fecha en la que obliga al trabajador a desligarse definitivamente de la misma. Asimismo, debe arrojar una explicación de los hechos que motivan la decisión de despido. En este caso, el trabajador firmará y escribirá “no conforme”, tanto en la carta como en el finiquito (si este también es proporcionado), reservándose el derecho a llevar a cabo las siguientes reclamaciones.
- Papeleta de conciliación: El trabajador tiene 20 días (no cuentan sábados, domingos ni festivos) desde el momento en que es despedido para acudir a la magistratura laboral e interponer a sus empleadores una papeleta de conciliación. A continuación, la Administración convocará a las partes y fijará una vista con el objetivo de alcanzar un acuerdo y evitar llegar a un juicio. En este caso, conviene que el empleado se haya puesto previamente en manos de abogados laboralistas o diplomados en relaciones laborales, los cuales habrán tratado de negociar las condiciones del despido previamente con la empresa protagonista. Si no es posible rubricar la vista con un acuerdo que contente a las dos partes, el empleado despedido deberá tramitar el proceso para enjuiciar la decisión de la compañía.
- Juicio: Llegado el momento, un juez determinará si el despido es procedente, improcedente o nulo. En este último caso, las principales razones que motivan su declaración es que el magistrado observe actos discriminatorios, como por ejemplo:
- Mujeres embarazadas.
- Trabajadores que soliciten una excedencia.
- Mujeres que piden la reducción de jornada por lactancia.
- Trabajadores discriminados por género, orientación sexual o raza.
- Afectados por un despido colectivo.
Casos, todos ellos, que nunca pueden motivar la pérdida de una posición de trabajo y que, por tanto, anularán automáticamente el despido. Un despido también se declarará nulo cuando se hayan incumplido o no cumplido con todo el rigor los requisitos formales y legales que se establecen.
Consecuencias del despido nulo
Las principales consecuencias de que un despido sea considerado nulo son:
- La readmisión en su puesto de trabajo
- Mantenimiento de la categoría ostentada antes del despido.
- Pago de los “salarios de tramitación”: son aquellos salarios que el trabajador no ha percibido desde el despido hasta la reincorporación a la plantilla.
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