Las hipotecas siguen siendo uno de los productos bancarios más contratados, y también uno de los que genera más polémica.
El establecimiento de cláusulas que protegen a las entidades bancarias frente a los usuarios sigue siendo uno de los principales motivos de queja de los consumidores, que ven cómo surgen más disposiciones negativas para ellos. Es el caso de la cláusula cero.
Esta cláusula se trata de una disposición que han establecido los bancos en los contratos para protegerse ante el Euríbor en negativo cuando conceden un préstamo hipotecario y garantizar su devolución completa.
Su característica principal es que sitúa el nivel mínimo de tipo de interés a pagar en cero.
La reacción de los clientes ante la cláusula cero
Los consumidores consideran la cláusula cero abusiva, ya que al establecer que el interés más bajo nunca podrá ser inferior al cero por ciento sin tener en cuenta la bajada del Euríbor hace que nunca se puedan beneficiar de una posible negatividad del Euríbor. Dicho de otra manera, la cláusula cero es el recurso que tienen los bancos actualmente para evitar tener que pagar ellos a sus clientes por haber hecho una hipoteca.
La comparación con la cláusula suelo
Es imposible no comparar esta cláusula con otra que ya ha generado suspicacias en los últimos tiempos entre los clientes de banca y en el mundo de las hipotecas, la cláusula suelo.
Si la cláusula suelo acumula sentencias de ilegalidad en los juzgados españoles, las dudas sobre la legalidad de la cláusula cero son el objetivo actual de discusión de muchos expertos económicos y asociaciones de consumidores. En la mayoría de casos no se pone el acento en que los bancos quieran garantizarse una rentabilidad mínima, sino en la transparencia de esta medida.
Ofrecer cuadros de amortización y toda la información necesaria a los clientes de una hipoteca para que puedan valorar su repercusión es esencial a la hora de determinar la legalidad o no de una cláusula cero. Hay que recordar que el problema de las cláusulas suelo radicaba en su comercialización más que en su literalidad.
Para entender qué significa realmente la aplicación de la cláusula cero en una hipoteca es necesario empezar por señalar que se aplica sobre el diferencial del interés, para el que se establece siempre un suelo del 0%. Es decir, una hipoteca contratada tomando como referencia el Euríbor más un 1% verá como, con un índice de -0,3%, sigue teniendo un interés mínimo de un 1% en lugar del 0,7% que le correspondería.
De todos modos, es importante señalar que la cláusula cero es un terreno inexplorado para los usuarios, por lo que es difícil señalar con claridad todo lo que puede llegar a representar en el establecimiento de intereses de una hipoteca.