Cada vez que se va a realizar un viaje al extranjero, alguien dice: ¡cuidado con el roaming!
Y sí, es cierto que, a pesar de las constantes promesas de las operadoras de telefonía por eliminarlo o de las leyes de la Unión Europea que obligan a ello, aún cuesta una mayor suma de dinero llamar desde el extranjero.
En este sentido y para intentar entender la polémica que genera el roaming y sobre todo los altos costes, vamos a explicar qué es.
En este sentido, la definición oficial de roaming (que coincide con su traducción del inglés) es la itinerancia de datos móviles.
En la práctica es el proceso por el cual los usuarios pueden disfrutar de los servicios contratados con las operadoras de telefonía fuera de las fronteras del país de residencia.
La operadora de telefonía móvil, que es la proveedora de servicios del cliente que va a realizar el viaje, debe realizar acuerdos de servicio GMS, GPRS o CAMEL con una operadora del país que se visita. Y esto supone un coste adicional.
Es importante saber que fuera del país el coste de las llamadas, así como el envío de SMS o el uso de datos móviles (entrar en Internet a través del 3G o el 4G) será más elevado que si se hace desde el lugar de residencia habitual.
Por eso es importante, antes de hacer un viaje, informarse de las tarifas que se cobrarán por establecimiento de llamada, por minuto de la misma, por el envío de mensajes y por hacer uso de los datos móviles contratados fuera de una red wifi.
La mayoría de operadoras de telefonía móvil, de hecho, informan de ello a sus clientes a través de un mensaje cuando cambian de país.
Hay que tener en cuenta que es probable que en consecuencia del roaming, aquel que recibe la llamada en el país de origen, también tendrá que pagar por esa misma llamada.
¿Cuál es la polémica del roaming?
Básicamente, esta polémica reside en las quejas de los consumidores por esta práctica que se considera abusiva.
Más aún, cuando hay un espacio único como es la Unión Europea, no parece justo que las personas puedan moverse con libertad por los países que son miembros, pero las tarifas de móvil cambian cada vez que pasan una frontera.
La Unión Europea les ha escuchado y dado la razón. Por eso, tras un período de adaptación, se va a obligar a las operadoras a eliminar los sobrecostes que supone el roaming para los consumidores.
De hecho, está previsto que en julio de 2017 se elimine el roaming. Hasta esa fecha, las operadoras deberán ir disminuyendo de manera progresiva los costes de itinerancia de datos, que ya se notan: desde el 30 de junio de este año, no se pueden poner cargas de más de 5 céntimos por minuto y 2 céntimos por mensaje o megabyte descargado.
¿Has tenido un coste excesivo en tu factura porque viajaste al extranjero y el roaming te afectó?